Hormigón Autocompactante

¿Qué es el hormigón autocompactante?

El hormigón autocompactante es un tipo de hormigón que se compacta por gravedad, fluyendo entre los encofrados gracias a su viscosidad, el diseño de su dosificación y el uso de aditivos superplastificantes

Este hormigón se compacta sin ayuda de ningún sistema mecánico y conserva las propiedades de homogeneidad y estabilidad durante toda su aplicación, de forma que no se produce sangrado de la lechada ni bloqueo del árido grueso.

Está compuesto por los mismos materiales que se emplean para la producción de los hormigones de compactación convencional. Este concreto autocompactante tiene un menor contenido de árido grueso, un mayor contenido de finos minerales y, en general, un menor tamaño máximo de árido. 

Se diferencia por tener un menor contenido de árido grueso, un mayor contenido de finos minerales y, en general, un menor tamaño máximo de árido. 

 

Propiedades de concreto autocompactante

La consistencia de estos hormigones, como se ha indicado, es liquida y su docilidad muy alta.

Actualmente, estos hormigones se están empleando con resistencias a compresión comprendidas entre 20 y 50 N/mm2. Hay que considerar su mayor retracción y fluencia debido al mayor contenido de pasta que poseen con respecto a los tradicionales así como su fuerte desprendimiento de calor debido a su mayor contenido de cemento.

 

Ventajas del concreto autocompactante

Son bien conocidas las ventajas que ofrece el hormigón autocompactante con respecto al hormigón convencional, entre algunas de ellas se encuentran las siguientes:

  • Mayor facilidad de colocación por su fluidez.
  • Ideal para estructuras densamente armadas ya que se puede colar fácilmente entre los hierros.
  • Ideal para la construcción de elementos esbeltos porque permite llenar todo el volumen de la estructura.
  • Mejor acabado superficial debido a su consistencia no presenta vacíos ni oquedades.
  • Mayor facilidad de desencofrado.
  • Aumento de vida útil de encofrados.
  • Mayor resistencia a compresión que el hormigón convencional a igual relación agua/cemento.
  • Potencialmente ofrece mayor durabilidad que el hormigón convencional a igual relación agua/cemento.
  • Su uso contribuye notablemente al medioambiente al utilizar productos residuales de otras industrias (adiciones de minerales).
  • Mejora condiciones laborales en obra durante su colocación al eliminarse la actividad de compactación del material (menor ruido).

 

Desventajas del concreto autocompactante

Si bien las enunciamos como desventajas del concreto autocompactante, podemos decir que son en realidad un aumento de control y rigurosidad en la elaboración y colocación del mismo en la obra; algunas de ellas son las siguientes:

  • Difícil producción del hormigón, para su fabricación es necesaria la realización de rigurosos estudios y mantener un cumplimiento estricto del diseño de componentes para poder garantizar sus propiedades.

  • Estricto control de las condiciones de estanqueidad del encofrado, ya que la consistencia líquida del material facilitará que salga por eventuales roturas o huecos.

  • Verificación de las condiciones de rigidez de los moldes, si estos presentan una rigidez insuficiente permitirán avanzar el hormigón más allá de las dimensiones proyectadas.

 

Usos del concreto autocompactante

Por sus propiedades, este concreto autocompactante está especialmente indicado cuando los acabados en una construcción son en hormigones a la vista, dado que aplicando diversas superficies en el encofrado se pueden obtener acabados que imitan fielmente la cara en contacto.

También es muy recomendable para la producción de elementos que tienen formas y geometrías complejas o en los que los armados son tan densos que dificultan o impiden la acción de la maquinaria de vibrado para la compactación.

Los prefabricados son otro de los usos indicados, ya que este tipo de cemento autocompactante permite la producción de elementos con espesores de reducidas dimensiones.

 

Ensayos de hormigón autocompactante

Debido a la poca cohesibidad de este tipo de hormigones, no se puede usar el cono de Abrams para conocer su consistencia. En su lugar se realizan los ensayos que te dejo a continuación, cada uno con una descripción y su correcta realización.

 

Ensayo de extensión de flujo o “Slump Flow”

Este ensayo consiste en llenar dicho cono con el hormigón sin picar, levantarlo y dejar que el hormigón se extienda de forma circular, midiendo el tiempo que tarda en alcanzar un diámetro de 50 cm, que debe ser de 3 a 6 segundos, y dejándolo que siga extendiéndose para medir el diámetro que finalmente alcanza cuando se detiene, el cual debe estar entre 65 y 75 cm.

 

Embudo en V

Otro de los ensayos tipos empleados en estos casos es el del embudo en V pues nos proporciona una indicación bastante adecuada de la viscosidad de la mezcla y capacidad de adaptación a un molde.

Consiste en un recipiente en forma de Vde sección rectangular, terminando su parte inferior en un conducto recto de sección cuadrada o rectangular con una tapa en su extremo. Una vez llenado con hormigón fresco  sin compactar hasta el enrase, se abre la tapa de salida y se miden los segundos que tarda en vaciarse. El tiempo de descarga debe ser de unos 6-12 seg.

 

La caja en L

La caja en L está formada por una columna de sección rectangular unida a una caja horizontal, también de sección rectangular, a través de una ventana situada en la pared de unión entre ambas y en la que se colocan barras de acero de diferentes diámetros y a distintas separaciones (generalmente tres).

Una vez llena la columna con el hormigón sin compactar, se abre la trampilla y se mide el tiempo de fluencia en que el hormigón alcanza el final de la caja.