¿Qué es el hormigón?

¿A que se le llama hormigón?

El hormigón o concreto es un material compuesto empleado en construcción, formado esencialmente por un aglomerante (en la mayoría de las ocasiones cemento (generalmente cemento Portland ) al que se añade partículas o fragmentos de un agregado (áridos, como grava, gravilla y arena) agua (hidratación) y aditivos específicos. La sola mezcla de cemento con arena y agua (sin la participación de un agregado) se denomina mortero.

Diferencias entre un cemento, concreto y mortero

La diferencia básica es que el cemento es un polvo que une y que nunca se utiliza solo. El concreto está compuesto de cemento, arena y grava y el mortero por cemento y arena. Además de estas diferencias, los usos son bastantes distintos también.

El cemento es un conglomerante hidráulico que al combinarse con el agua resulta en un producto flexible y manipulable que se endurece y uno de los pegamentos más resistentes del mundo. El cemento se hace con piedra, arcilla, arena y otros materiales. Todos estos elementos se trituran y se mezclan con otros ingredientes.

El concreto es el resultado de usar cemento, agua y algún agregado, usualmente arena, piedras o áridos muy pequeños (gravilla) y no tan pequeñas (grava). Al agregarle agua se activa el cemento, que es el adhesivo que va a unir todos los elementos para formar la mezcla uniforme. Al tener piedras, la mezcla es muy resistente y prácticamente indestructible. Por esta razón se utiliza como base sólida para casi cualquier tipo de edificación.

El mortero está compuesto de cemento y arena. Cuando se mezcla agua con este producto, el cemento se activa. Se usa para unir los ladrillos, bloques, mampuestos básicamente.

El concreto también es llamado hormigón.

Sinónimos

Razones del uso de hormigón en la construcción

Desde su invención en el siglo XIX se ha convertido en el material estructural más utilizado. Su evolución desde las primeras construcciones empíricas con grandes errores de diseño hasta las actuales tipos especializados para cada aplicación ha transcurrido un siglo largo que lo ha consolidado como un material de altas prestaciones.

Esta evolución es el resultado de las investigaciones llevadas a cabo en los planos químicos, físicos, mecánicos y estéticos. Su comportamiento al fuego los convierte en el material estructural más seguro antes ese tipo de siniestro. El conocimiento de sus debilidades permite elaborar estructuras seguras y duraderas. Piénsese que la estructuras de hormigón construidas en los años cincuenta están en pleno uso sin señales de deterioro.

Por lo que cabe pensar que los nuevos conocimientos en materia de durabilidad permitirán construir estructuras de hormigón relativamente baratas con una vida útil superior a los 150 años. Una duración que supera la que el dinamismo de las ciudades actuales necesita, dado los rápidos cambios de necesidades por el desarrollo poblacional.